¿Qué pasa si se congela la Gasolina o el Diésel?

que pasa si se congela la gasolina o el diesel

El invierno puede ser brutal, y no solo para nosotros, sino también para nuestros vehículos. Cuando las temperaturas descienden por debajo de los niveles habituales, surgen preguntas y preocupaciones sobre el combustible de nuestros coches. Entre las más frecuentes se encuentra la inquietud acerca de si la gasolina se puede congelar y, de ser así, cuáles serían las consecuencias para nuestro auto. En este artículo abordaremos todo lo que necesitas saber sobre el comportamiento de la gasolina en temperaturas extremas, las medidas preventivas y las soluciones en caso necesario.

¿A qué temperatura se congela la gasolina?

La gasolina, a diferencia del diésel, tiene un punto de congelación extremadamente bajo. Diversas fuentes, como Repsol y RACE, indican que la gasolina se congela aproximadamente a -107 °C (-160 °F). Esta cifra es tan baja que supera las temperaturas más frías jamás registradas en la Tierra, como los -89,2 °C en la Antártida. Esto significa que, en condiciones normales, es prácticamente imposible que la gasolina se congele dentro del depósito de un automóvil.

¿Qué pasa si se congela la gasolina?

Aunque es improbable que la gasolina se congele en condiciones habituales, si esto sucediera en un entorno extremadamente frío como las cumbres más altas y frías del mundo o la mismísima Antártida, las consecuencias serían severas. La gasolina congelada podría obstruir el depósito y las líneas de combustible, impidiendo que el vehículo arranque o haciéndolo perder potencia.

Incluso sin llegar a congelarse por completo, exposiciones a temperaturas extremadamente bajas (a partir de -40 °C) pueden causar la formación de pequeños cristales en el combustible. Estos cristales pueden quedar atrapados en los filtros de combustible, afectando el flujo del mismo hacia el motor y provocando fallos en el arranque o pérdida de potencia.

Además, la gasolina contiene ciertas cantidades de agua que se condensa en el depósito cuando hay cambios bruscos de temperatura. Esta agua puede congelarse ya a 0 °C, formando hielo que también podría obstruir el filtro o las tuberías de combustible, causando problemas en el rendimiento del vehículo.

¿Qué hacer si se ha congelado tu gasolina?

Si te encuentras en la rara situación donde la gasolina se ha congelado, el primer paso es llevar tu vehículo a un lugar más cálido, como un garaje. Una vez en un ambiente menos frío, la gasolina podrá descongelarse de manera natural. No intentes arrancar el motor mientras la gasolina aún esté congelada para evitar daños mayores.

En ocasiones, un mecánico puede utilizar calefactores especializados cerca del motor para acelerar el proceso de descongelamiento. Si estás en la calle y el coche no arranca debido a este problema, contactar a un servicio de asistencia en carretera como el RACE es una opción viable para recibir la ayuda necesaria.

¿Cómo puedes evitar que se congele la gasolina?

Para mantener la gasolina en su estado óptimo y evitar cualquier problema, sigue estos consejos:

  1. Usa gasolina de alta calidad: Adquiere combustible que contenga los aditivos adecuados para resistir el frío. Muchos combustibles vienen ya con aditivos anticongelantes que ayudan a mantener la fluidez del combustible a bajas temperaturas.
  2. Mantén el depósito lleno: Un depósito casi vacío tiene más espacio para que se condense el agua, la cual puede congelarse y formar hielo. Mantén tu tanque lo más lleno posible para minimizar este riesgo.
  3. Protege tu vehículo del frío extremo: Estaciona tu coche en un garaje durante las noches frías para evitar la exposición a temperaturas extremadamente bajas. Si no tienes garaje, utilizar una lona puede ser una buena alternativa.
  4. Usa aditivos anticongelantes: En zonas particularmente frías, los aditivos pueden ser vitales para aumentar el punto de congelación del combustible. Esto es especialmente importante para el diésel, que tiene un punto de congelación más alto, alrededor de -10 °C.
  5. Prevención y mantenimiento: Revisa de manera regular el sistema de combustible de tu vehículo y reemplaza el anticongelante del motor según las recomendaciones del fabricante. Además, durante las temporadas frías, asegúrate de que tu vehículo está en óptimas condiciones para enfrentar las bajas temperaturas.

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